viernes, 31 de diciembre de 2010

Regalo del Maestro Hugo Torres (Felipe)

¡Mucha felicidad para ti y los tuyos!

¿Qué otra cosa podría desear para ti?.
Bueno, como amiga de las letras, me atrevo a enviarte un cuento que tiene mucho que ver con lo que mis maestras hicieron por mi.
Un sincero, muy sincero abrazo!

Una tortuga perseverante

Luisa, la maestra de primer año, flaca, espigada y muy enérgica, no tiene tiempos para muchos cuentos. Primero están las letras y las palabras y también los números y las operaciones. Sin embargo sonríe con frecuencia, acaricia con su voz y con sus gestos. A veces regala, cuando puede, un cuento.

Esta vez es un libro pequeño, cuadrilongo y de colores brillantes. Está algo maltratado por el uso pero no importa. Se ven bien sus letras grandes y negras y también sus muchas láminas de colores. En la tapa se ven unos animales en el campo y hay una bandera a cuadros.

_ Hoy niños, como es viernes y se han portado muy bien esta semana les voy a leer un cuentito. Este cuentito es de animales que viven en el bosque. Ustedes saben que en el bosque viven muchos animalitos… Miren acá… ¿Qué animalitos ven?.

Estiramos los cuellos lo más que podemos y tratamos de ver. Hay un deseo de transportarse hacia el libro. Apretujones, protestas, reclamos… Yo veo unos árboles y muchas flores. Algunos pájaros…¿Qué pájaros serán?. También reconozco una liebre de grandes orejas. Mi padre siempre sale a cazar liebres porque se comen las uvas. Yo lo acompaño. Me recomienda siempre que vaya detrás y sin hacer nada de ruido…. Y… ¡pummm!… Me da pena y me asusta cuando mi madre toma a la pobre liebre, toda sanguinolenta y flácida para quitarle el cuero y las vísceras. Esta del libro sin embargo está sana y mira con ojos grandotes…

__En el bosque , como les decía, viven muchos animales. Acá se ven el ciervo, un sapo, una tortuga, un buho y una liebre. Pues bien, todos los animales tienen su vida que les es propia y distinta según las especies, tal como ocurre con las familias de los hombres. Algunos tienen fama de muy trabajadores, como las hormiguitas. Otros en cambio tienen fama de ser algo bohemios y cantores como las cigarras.

— ¿Y la liebre?

__ ¿Han visto liebres?. Las liebres son animales muy graciosos, de orejas grandes que le permiten estar siempre alertas ante el peligro y patas largas que les dan gran velocidad. Pues bien, esta liebre que se llamaba Timoteo, además de ser una liebre y de ser muy veloz, era muy,muy vanidosa… Ella decía que era la liebre más rápida del planeta Tierra. Todos los días, después de su desayuno de unas ricas zanahorias que comía sin sal ni aceite, salía a correr por el bosque. Corría solo por correr. Para entrenarse y para entretenerse. A veces le pedía a otros animales que controlasen sus marcas para ver si mejoraba. ¿Pero saben?. Los animales del bosque se cansaban y se aburrían de correr detrás de ella. Una vez, el loro Ruperto perdió casi todas sus plumas tratando de acompañar con su vuelo la carrera de Timoteo.

—¿Timoteo tenía padres?

__No sabemos… Nunca Timoteo hablaba de eso. Así que no se sabe que fue de la vida de sus padres. Cuando no había nada que hacer, Timoteo se echaba sobre el pasto y hablaba de los otros animales, siempre para reirse de ellos.

__¡Era pícaro Timoteo!

— Ese caracol es un bobo… ¡Siempre cargando su casa sobre sus espaldas!. Así casi ni camina!. El loro Cerrizuelas no puede parar de conversar, vive gritando y no deja dormir la siesta a nadie. Es un atrevido. Y la tortuga…. ¡Oye tú, tortuga!….¿ Serán tus arrugas las que no te permiten andar más rápido?. ¡Cuidado todos, que viene la tortuga corriendo, no vaya a pisar a alguien!.

_¿Era verdad eso?

__No era verdad. Todos sabemos que las tortugas caminan muy, pero muy despacito. Es que la liebre Timoteo se burlaba de la pobre tortuga.

Todos en clase mirábamos las láminas y nos imaginábamos, cada uno a su manera, ese bosque maravilloso, lleno de animales que conversaban entre ellos. Las flores también eran grandes y muy coloridas. Como parece que no pueden haber flores sin mariposas se veían algunas. Un sendero se perdía en las sombras aunque el sol sonreía en lo alto…

__ Un día, creo que fue un sábado, cuando los animales todos van a una fiesta que se hace en el centro del bosque y se sirven muchas semillitas y dulces, la tortuga que había estado muy pensativa esos días se paró frente a la liebre. Estiró cuan alto pudo su cuello y sacudiendo de un lado a otro su cabeza desafió a la liebre a correr una carrera.

–¿Y qué es desafiar?

– Quiero decir que estaba dispuesta a correr una carrera a la liebre.

__ ¿Y qué pasó entonces?.

__Pasó lo que también pasa entre los hombres cuando creen que algo es irrealizable o inalcanzable. Todos los animales se rieron mucho. Bueno, casi todos los animales, porque la tortuga no se rió para nada y tampoco se rió el buho que es un animal muy inteligente. Es el sabio del bosque…

__¿Se hizo la carrera entonces?.

__ ¡Claro que se hizo!. Tal como pueden ver en esta lámina todos los animales estuvieron en el punto de largada y el bochinche era realmente imponente porque cada uno hablaba como mejor le parecía sin importarle si los demás le entendían.

__ ¡ Y ganó la liebre!. No tiene gracia ese cuento maestra, dijimos todos.

__ No crean. Sucedió que la liebre también pensó que ganaría muy facilmente y mientras la tortuga avanzaba como podía ella daba volteretas muy graciosas, saltaba, rodaba por el suelo, caminaba en tres patas… Mientras eso sucedía la tortuga seguía avanzando.

¡Qué aburrido, maestra!

— Tal vez la liebre Timoteo también se aburrió, porque todos cuentan bien que cuando encontró un árbol frondoso se echó un rato a dormir una siestita…

__¡Ahhh!. ¡Se quedó dormida!… ¿Y qué pasó entonces?.

__Pues lo que pasó fue que cuando despertó y miró hacia la piedra que marcaba la llegada y final de la carrera la tortuga ya estaba allí cerquita… Salió Timoteo como alma que lleva el diablo. Corriendo a más no poder. ¡Pero!. Pero no pudo evitar que Timoteo fuera el vencedor de esta carrera tan desigual.

__¡Ganó la tortuga!. ¡Viva la tortuga!.¡La liebre es una pillada!…

La maestra Luisa terminó su cuento hablando mucho. Hablaba fuerte y sacudía los brazos… No entendí mucho esa parte. Ella era amiga de los niños y también de todas las maestras porque era una muy buena mujer. Conversaba mucho con la maestra de sexto año, Mariana, que estampó, en el último renglón de mi último carné escolar, con letra bien clara y legible: “ Persevera y triunfarás.” Tuvieron que pasar algunos años de mi vida para que pudiese encontrar el verdadero significado de su último consejo. Aunque lo cierto es que no he ganado carrera a ninguna liebre aunque me he encontrado muchas…